Continuación (y final) de: “Servicio de habitaciones”
Imagen de ‘G.I. Jane (Fill Me Up)’
Intenté levantarme pero mis muslos cedieron al peso de ella sin oponer resistencia y mis brazos cayeron muertos junto a mi, colgando como dos peleles sin amo. Traté de sacármela de encima, de gritar, de moverme, de sacudirla de mi pero apenas logré que un gruñido saliese de mi esófago. Me encontré acorralado dentro de mi cuerpo, insumiso a mis órdenes… pero veía, oía, olía: la olía a ella, olía mi sudor chorreando por la adrenalina. Respiraba, sentía… y ella reía a la vez que yo sucumbía al pánico que hacía que mi corazón se me vomitase por la garganta abierta de par en par y que mis sienes palpitasen despavoridas.
– Es un paralizante, pero no es anestésico.
Notaba su peso sobre mi, sus muslos apretando los míos, mi polla aun tiesa, dura como un cadáver, húmeda bajo su coño desnudo. Mi alma gritó por mis ojos cuándo sus uñas se clavaron en mi pecho y lo comenzaron a desgarrar con paciencia quirúrgica, desde las clavículas hasta el abdomen.
– Una, dos, tres,… – ella contaba en voz baja cada arañazo.
Como una pantera despiadada, un arañazo tras otro, susurrando la cuenta apenas moviendo los labios, torturándome hasta que mis lágrimas llegaron a mis labios
– Cuatro, cinco…
Sus ojos verdes no se separaban de mi vista ni un segundo.
– Seis…
Sin parpadear, sin dudar, sin mirarme pero atravesándome con sus pupilas igual de impasiblemente que lo hacía con uñas. Paró, no supe en ese momento en qué número, y empezó a reír como una desquiciada, como una puta esquizofrénica, como la perturbada sin corazón que era, empezó a reír desencajando sus mandíbulas frente a mis ojos, haciendo aparecer y desaparecer su lengua de zorra una y otra vez tras sus dientes y sus labios rojos. Reía y reía mientras mis lágrimas y mi saliva resbalaban por mi barbilla y mi cuello… reía y reía y yo ya no intentaba moverme. Me lamió los labios y me abofeteó hasta incendiar mi cara.
– ¿Creías que no te ibas a salir con la tuya? Una marca por cada una de ellas.
Me susurró mientras se incorporaba levemente y agarraba mi polla rígida, tan sometida a ella como el resto de mi cuerpo.
– Que desperdicio de polla.
Le supliqué con la mirada, con toda mi alma, grité y pataleé sin que saliera un sonido de mi boca o un movimiento de mis piernas. Lloré y traté de cerrar los ojos pero no pude y la vi sonreír y suspirar cuando dejó caer su peso contra mi clavándose mi carne en su interior ardiente como el infierno mismo. La muy puta empezó a moverse, cadenciosamente, hipnóticamente, hacia delante y atrás, lamiéndome de las mejillas las lágrimas que se secaban en mi cara, acelerando sus movimientos, cada vez más… empapando mi abdomen con su deseo, encharcando mis oídos con sus gemidos, asfixiándome con sus manos como garras alrededor de mi cuello. Gemía mientras me cabalgaba descontrolada, mientras se frotaba usándome como un muñeco, abofeteándome la cara, sorbiendo la sangre que caía por mi torso. Me cabalgaba con la mirada enfurecida y su cuerpo desbocado, ahogándome hasta el punto que creí, ilusionado, que me desmayaba.
Pero no me dejó hacerlo, me soltó la garganta cuando sus gemidos se empezaron a convertir en gritos y cuándo más me exprimía, me violaba, botaba sobre mí abrazando mi polla con sus entrañas, sacudiéndola, usando mi pelvis para follarse, usándome como su puto juguete hasta que me hizo derramarme dentro de ella como un cerdo, como una manguera sin dueño, me hizo vaciarme en lo más hondo de su coño cuando sus muslos empezaron a temblar sobre mi y sus dedos apretaron tanto mi garganta que sus gritos y su pelo rojo flotando frente a mi empezaron a desaparecer tras un velo negro lleno de destellos rojos. Mi conciencia desaparecía centímetro a centímetro. Dejó de moverse sobre mi y, desde lejos, como desde otro planeta, me lamió mi sentencia al oído:
– No eran solo paralizantes. También te he inyectado un cóctel de castrantes químicos. Tu último orgasmo…
Desperté, no sé cuanto tiempo después, cuándo me esposaba la oficial. Pero de eso ya hace muchos años. Ahora es tiempo de venganza.
A. Irles
Como esperaba tu nuevo post. Ahora voy a disfrutarlo. Y si…. He comentado sin leerte aún.
Mil besos de servicio
Me gustaLe gusta a 1 persona
Se agradece! Espero que te guste después de leerlo 😉
Saludos,
A.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Wowwww!!
Qué escena más bien narrada que terror y sadismo. Que erotismo y perversion.
Nunca dejas indiferente con tus relatos. Creo que tu blog es de los que sigo desde el mismo día que cree el mío. Y siempre me ha encantado. Nunca fallas.
Mi más humilde agradecimiento y mi más sincera admiración.
Mil besitos después de leerte
Me gustaLe gusta a 1 persona
Creo que no debo hacerte un comentario cada vez que lea tu post. Pero es que me resulta prácticamente imposible leerlo y no comentarlo.
Wowwwww con lo que me encanta el erotismo con tintes eroticos. Jajajaa
No quiero ser pesado.
Mil besitos muy ligeros
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hazlo, sin problema! Uno escribe, para entre muchas cosas, ser leido 🙂
Ciao!
A.
PD: si conoces a alguien que quiera hacer un corto con algun relato, me lo dices! jaja
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajajaja!! No conozco a nadie. Pero seguro que alguien te plagia. Estate atento por si acaso.
Mil besitos que te leen
Me gustaLe gusta a 1 persona
Wowwwww.
Se podría hacer un cortometraje con cada uno de tus post.
Sanguinolento y violento. Sadico y erotico a más no poder. Por algo soy tu fan.
Genial. Eres realmente genial.
Mil besitos sin desperdicio.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Madre mía…
Me gustaLe gusta a 1 persona
No es para tanto… Cosas cotidianas.
A.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajajja, inquietantemente adictivo… Por mucho q me asustó al principio, no pude parar de leer… Besos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias! 🙂
A.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Como ya te comenté en Twitter. Brutal. Me ha encantado todo, de principio a fin, te encuentras de todo un poco y con ese toque de erotismo y sadismo es la caña, no sabes que pasará. Wuau.
Y como ya te he dicho, quiero saber como sigue. 😉
Besetes, malo. :3
Me gustaMe gusta
Si lo termino, le quito el misterio…
🙂
A.
Pd: Muchas gracias por pasarte y por comentar!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
De nada 😉
Hay que pasar y comentar sino de que sirve no escribir lo que opinamos, el escritor debe saber que opinan sus lectores para hacer una cosa u otra.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja no me vas a convencer para continuar la historia, que te veo venir! 😛
A.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tranquilo. he aprendido que hay historias en las que el final a veces es abierto y esta a no ser que el escritor le de la vena y escriba más, es una de ellas.
Besos y sigue escribiendo cosas igual o más buenas que estas. XD
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
De nada 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona